Seguidores

martes, 19 de julio de 2011

No era tan terrible el Infierno cuando residía en tu boca.

Dejé de luchar por por saber que era imposible.
Ahora, me doy cuenta de que quizás no luché lo suficiente, y de que habría bastado con no abandonar la lucha para haber rozado aquellas nubes negras.
Jamás habrías sido mío.
Pero la caída me hubiese matado, en vez de dejarme con el alma hecha polvo.
Polvo negro de muerte.

- Laura.

No hay comentarios:

Publicar un comentario