Y de todo lo malo se saca. Y mientras antes me sacudía a mí misma sin entender lo que ocurría a mi alrededor, ahora sucede que me doy cuenta de mis errores, de verdad. Quizás por no saber expresarme, quizás por no poder mirarte a los ojos, por inseguridad, por no querer bien en alguna ocasión. Y así estropeo momentos llenos de luz.
A veces creo que es el pez que se muerde la cola. Y que necesito lo ajeno para sentirme segura, aunque ahora sé que no es sano. Y entonces me busco, dentro de mí, y cojo aire para saltar y para empezar a actuar, sin promesas, porque a veces las promesas -nos guste o no- no valen nada.
- Laura.
- Laura.
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