Podrán regalarme mil cosas.
Algunas, quien sabe, puedan ser tan altas como el cielo, tan brillantes como el oro o tan extensas como el mar.
Pero, olvídalo... nadie podrá competir con tu regalo.Algunas, quien sabe, puedan ser tan altas como el cielo, tan brillantes como el oro o tan extensas como el mar.
Nadie puede competir contra la felicidad.
-Laura.
No hay comentarios:
Publicar un comentario