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viernes, 7 de enero de 2011

Adiós, adiós.

Una vez mas. Una vez mas sientes como todo se transforma en odio. Y dolor, mucho dolor. Y el llorar no te sirve de nada, ni el gritar, pero lo sigues haciendo, y te pasas las noches llorando aunque te hayan dicho mil veces que no merece la pena llorar por una persona que te hace daño.
Das vueltas a las cosas y no obtienes respuestas de las cientos de preguntas que pasan por tu cabeza.
Te das cuenta verdaderamente de las cosas. Y te sientes decepcionada. Y sola, mas sola que nunca, aunque sabes que tu madre está ahí abrazándote, tu mejor amigo apoyándote, tus mejores amigas dándote consejos y muchos conocidos prestándote su ayuda.
Y los recuerdos que antes te hacían sonreír ahora te dan nauseas.
Se te van las fuerzas pero sabes que debes seguir.
Y ahora es hora de guardar todas sus cosas en una caja y guardarla en lo alto de una estantería para no verla hasta que le olvides, ahora toca borrar todo rastro de el, ahora toca sacarle de tu vida y volver a sonreír sin la necesidad de depender de el.


-Alicia.

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