Una lucha interna contigo mismo que puede que no te ayude para nada, pero hace bien a mucha gente.
Y cuando llegues a casa y el aire de la soledad se cuele por tus poros... encárate al espejo, y ríete de tí mismo. Hazlo con crueldad.
Y, al menos, sacarás unas risas de todo esto.
- Laura.
Soy de esas que lloran en las películas, de esas que están horas esperando a que esa persona se conecte. De las que no se olvidan de fechas importantes. Yo también he gritado de felicidad. Yo también he dicho “ no le quiero “ cuando se que le quiero mas que a nada. A mi también me han enamorado con una sonrisa. Yo tampoco paro de mirar el móvil por si me llega algún mensaje. Soy de esas que he confiado en quien no debía. También me he olvidado de personas inolvidables.
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